7 días antes del despegue.

    Desde hace un par de años acostumbro a apuntar todos los eventos futuros en mi agenda. Esto lo hago principalmente por dos motivos. El primero de ellos, el más práctico, es no olvidar las cosas que tengo que hacer, añadir recordatorios y organizarme la semana. El segundo motivo es de tipo vivencial, al dejar todo por escrito en la agenda puedo recordar a posteriori las personas con las que he estado, los planes que he hecho y las fechas que me han marcado especialmente.

    Os cuento esto porque hoy he echado un vistazo a la agenda. Septiembre esta plagado de planes, de quedadas, de despedidas... posiblemente será el mes de mi vida en el que más nombres aparezcan. Estoy aprovechando para charlar con la gente de cerca, con amigos, con familiares, con personas a las que hacía tiempo que no veía... apenas tengo espacio en mi agenda.

   Sin embargo, hoy me he atrevido a pasar de pagina. La semana que viene está prácticamente en blanco. Es cierto que hay algunos eventos importantes el lunes y el martes, pero a partir del miércoles todo cambia:

Miércoles 5 de octubre: Rumbo a Madrid

Jueves 6 de octubre: ¡¡Volamos!!

Y no hay nada más escrito en mi agenda durante los próximos ocho meses. 

    En este momento se me mezclan dos sentimientos, una explosiva mezcla de dos emociones que llevan peleandose dentro de mi corazón durante las dos últimas semanas: ilusión y vértigo. Me atrevería a decir que ambas tienen la misma fuerza, pero depende en que momentos una tira más fuerte que la otra. Ahora cobra más peso la ilusión, lo cual me tranquiliza y me indica que la decisión está bien tomada.

    Resulta curioso como ambas sensaciones tienen una intensidad similar y provenienen de un mismo hecho, el desafio de algo nuevo. Acostumbramos a tener atados los cabos de nuestra vida, a controlar casi todo y a saber que sucederá mañana, la semana que viene... ahora todo cambia. 

    Me vienen unos meses apasionantes donde se mezclarán retos desconocidos, realidades complejas, culturas distintas y formas dispares de entender la vida. Estoy convencido de que este tiempo me hará pensar, reflexionar, vivir y casí seguro, provoque grandes cambios en mi forma de entender el mundo que nos rodea.

    Carlos me recomendaba que intentase dejar vivencias y reflexiones por escrito, con el fin de que no queden en el olvido. El objetivo del blog no es más que ese, poder compartir mi día a día, mis pensamientos y mi testimonio con las personas que os aventureis a leerme. No acostumbro a escribir mucho, tampoco destacaría la constancia como una de mis virtudes, así que os pido paciencia, sobre todo las primeras semanas. Cualquier comentario o sugerencia que queraís hacerme será más que bienvenido. Yo por mi parte trataré de escribir como quién escribe a un amigo.

Solo me queda darte la bienvenida a esta nueva aventura, gracias por acompañarme en la misión.

Nos vemos pronto, Miguel.

Regalo de los amigos de los scouts. 

San Francisco Javier, ejemplo de misión, ruega por nosotros.