Un motor roto, un viaje en primera clase y un retraso de varias horas.

  Estoy sentado con el Padre Patricio, el Padre Álvaro, otra voluntaria y una mujer alemana que ha perdido su equipaje y su vuelo. Hemos comido unas hamburguesas que nos han ofrecido en la compañía aérea como disculpa por el retraso. Mantenemos una bonita conversación sobre la misión que hacen en Honduras y como se establece la sociedad hondureña. Hace ya más de tres horas que hemos aterrizado en San Pedro Sula.

    Ayer llegué con mis padres a Madrid después de comer en Medinaceli. Tras tomar algo y despedirnos, me dirigí a los controles de seguridad en el aeropuerto acompañado de la comitiva española. En principio el avión despegaba a las 01:35 de la Terminal 1. Hacia las 01:45 el avión se encontraba en la pista de despegue, y era allí donde recibíamos el mensaje de que uno de los motores estaba roto y no íbamos a poder despegar. A decir verdad, yo ya estaba dormido y me enteré algo más tarde, cuando me lo contó el matrimonio que tenía al lado del asiento.  

   Así que tuvimos que volver a la terminal. Aprovechando la situación, el Padre Álvaro y yo decidimos echarnos una cabezadita. A las 6 de la mañana nos despertaban desde megafonía indicándonos que podíamos embarcar en el nuevo avión. Para nuestra sorpresa, debido a varias coincidencias con la aerolínea, ¡¡nos han ubicado en primera clase!!. De primeras yo era un poco reticente, me resultaba un poco contradictorio volar a una misión en la zona más lujosa del avión. Nos han convencido diciéndonos que era muy importante nuestro descanso y que hoy teníamos que estar despiertos para poder ser recibidos en Tegucigalpa. Como eran ya las seis de la mañana, finalmente decidimos aceptar está invitación de que mucho agrado y muy agradecidos.

    ¿Qué os puedo contar del viaje en este avión? Ha sido una auténtica gozada: asientos que se tumbaban por completo, cena y desayuno incluidos, dos pantallas para ocio y películas... Nos han tratado como a reyes y hemos podido tener un descanso cómodo y muy agradable. Finalmente hemos llegado a San Pedro Sula (9:00 hora hondureña), donde nos ha recibido un gran bullicio, un calor húmedo y una aduana bastante estricta.    

 Como era de esperar habíamos perdido nuestro vuelo a Tegucigalpa por lo que nos hemos dirigido al mostrador de la aerolínea interna. No han tenido ningún problema en cambiarnos el billete a uno posterior, por lo que intuyo que estas cosas pasarán con bastante frecuencia. Son las 13:44 y el vuelo despegará a las 17:45, así que todavía nos queda un rato de espera...     

   Como veis ha sido un viaje bastante ajetreado, llevamos ya casi 24 horas y no hemos podido llegar todavía al destino final. No os he podido contar mucho de Honduras, todavía solo he podido conocer un aeropuerto. Solo  que este país muy verde y muy húmedo.

Gracias por acompañarme en este viaje!! Nos vemos pronto!!




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