¿Y qué hago yo aquí? (1)

 Buenas tardes queridos amigos, ¿Qué tal va todo?

Hace ya una semanica que no publico nada en el blog. Muchos de vosotros os preguntaréis qué es lo qué estoy haciendo aquí, así que ese es el propósito de esta entrada, explicaros y bajar a la tierra esto de misión y misionero. 

Esta entrada no va a ser testimonial, ni existencialista, ni tiene como propósito explicar mi propósito vital ni el por qué de mi llegada a Honduras (esa ya llegará más adelante 😉) sino simplemente explicar que acciones concretas estoy realizando, a nivel tanto profesional como personal.

Principalmente, podemos dividir mi labor en dos niveles. Luego es cierto que no todo es tan cerrado y que muchas veces uno puede visitar, conocer y colaborar en algún otro de los 50 proyectos que ACOES tiene en marcha. Pero a grandes rasgos, mi labor se enfoca en la pastoral y en el área educativa (Colegios y centros de desarrollo y reforzamiento).

Área educativa.

En primer lugar voy a explicar el área educativa. Como bien sabéis, mi formación (tanto el grado como el máster) pertenecen al ámbito de la educación. Es por ello que colaboro en las escuelas. El proyecto que se me encargo consiste en hacer un plan de mejora del centro educativo. Esto consiste en analizar el colegio (es un masivo centro educativo con más de 5000 estudiantes divididos en 4 sedes y turnos de mañana, tarde y noche) y poder proponer sugerencias de mejora para el curso que viene. La labor es similar al TFM que tuve que realizar, pero a lo grande y en verdad. Cómo es practicamente imposible que yo abarque todo el centro educativo estoy realizando encuestas, entrevistas y reuniones con los distintos agentes que intervienen en el centro.

Basicamente he pasado de enseñar a pintar y colorear y hacer collares de macarrones (como diría alguno que yo me sé 😁) a ser casi un inspector de educación. Es una tarea muy ambiciosa, pero tengo claro, que aunque no salga perfecto ni mucho menos, todo suma para poder brindar una mejor educación a los niños y niñas de estos barrios tan marginales.

A este proyecto le destino, más o menos, media semana lectiva, y la otra mitad de la semana la dedicó a estar con alumnos en una pequeña escuelita. La verdad que no me apetecía exclusivamente hacer labores de oficina, ya que la esencia del profesor es el contacto y las relaciones con sus alumnos. Ahora puedo aportar en ambas partes, tanto la gestión como la enseñanza, lo cual es una verdadera alegría.

Cuando voy a dar clases, solemos ir un equipo de tres personas. Una psicóloga, una trabajadora social y yo. La psicóloga suele acompañar a los alumnos con Necesidades especiales, la trabajadora social también lleva el acompañamiento familiar y yo doy clases al resto del alumnado. No es tarea fácil, ya que tenemos alumnos de todas las edades, algunos escolarizados y otros no y todos con auténticas mochilas de toda una vida bastante complicada. De hecho, la selección de materiales y metodología en un aula tan diversa me está suponiendo un enorme reto a nivel profesional.

Como tal, este centro no ha empezado a construirse, y lo que hay es una pequeña caseta dónde guardamos los materiales. Os dejo alguna foto para que podáis haceros a la idea. La colonia es extremadamente pobre, de hecho se encuentra dentro del crematorio municipal de Tegucigalpa, pero los alumnos muestran unas ganas de aprender increíbles y facilitan muchísimo el tener un agradable clima de aprendizaje.



Área de pastoral.

El área de pastoral en el que participo es un poco más difusa y está menos delimitada que el área educativa. Los jueves acompaño a un grupo de estudiantes universitarios en la Lectio Divina y en la capacitación de religión. Para los que no sepáis que es esto de la Lectio, consiste en la lectura del Evangelio, ver que efecto tiene en nosotros y compartirlo con los demás. Es un bonito encuentro de compartir a través de la lectura de la vida de Jesús.

A su vez, colaboro en las actividades de pastoral que se realizan desde ACOES (salidas, convivencias, retiros...), en las que es un placer formar a los adolescentes y jovenes acerca de nuestra fe.  Esta área la verdad que me resulta muy bonita y apasionante, sabéis que me gusta formarme en la fe y compartirla y poder hacerlo al otro lado del charco es un auténtico regalazo. ¡Una auténtica tarea misionera!

Un fuerte abrazo desde Honduras! Nos vemos pronto!

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