Una reflexión antes del regreso, un agradecimiento a Honduras y unas fotos de los últimos días.
¡Buenos días amigos!
Faltan unas pocas horas para mi despegue rumbo a España. Ahora mismo se me juntan multitud de pensamientos dentro de mi cabeza y diversos sentimientos en mi corazón.
¿Cómo será todo? ¿Habrán cambiado las cosas? ¿Cómo será volver a mi cómoda vida en Pamplona? ¿Tendré la capacidad de "readaptarme"?
Me recorre un nerviosismo por el cuerpo, no creo que sea sencilla la vuelta. A la vez pienso que voy de paso, voy a dejar aquí en Honduras mi ropa, mis libros... incluso la pequeña capilla y el peluche que tengo recostado sobre mi cama. En enero volveré.
Creo que este pensamiento solo es una forma de posponer la vuelta a mi vida, al contraste de las dos realidades que ahora mismo forman parte de mi biografía. Ahora me toca ir a celebrar las Navidades con nuestra gente, con vosotros, con la familia, con los amigos, con la gente que me quiere y que quiero. Seguro que es una maravillosa experiencia para reconectar, recargar pilas y volver con más fuerza a la misión. Además, posiblemente en enero cambien mucho las cosas aquí.
Ahora solo tengo palabras de agradecimiento a este pueblo hondureño que me ha acogido durante estos dos meses y medio. Este pasado fin de semana ha sido una auténtica escuela de HOSPITALIDAD. Creo que ha sido un colofón increíble a esta primera parte de mi experiencia.
Generalmente, echando una vista atrás en el blog, no he mostrado la cara más amable del país. Ya os dije que el objetivo era abrirme y, en la medida de lo posible, poder ayudaros a ver la realidad de la pobreza en la que vive el 73% de los Hondureños. Sin embargo, tengo un agradecimiento enorme a Honduras y sus habitantes, que siempre me han ofrecido lo que tenían.
Y es que si tuviera que definir el trato recibido en una palabra sería la hospitalidad. Siempre he sido bienvenido en las casas, nos han ofrecido café, rosquillas, un vaso de jugo... ¡Lo que tuvieran a mano!. Nunca nos ha faltado un techo bajo el que dormir o un plato de frijolitos con el que reponer fuerzas. Me han dado... hasta lo que no tenían. Vuelvo a casa con unas rosquillas caseras, un paquete de café, un llavero típico de Honduras, e incluso ¡una taza del seminario menor de Choluteca!.
Qué grata sorpresa la generosidad de los hondureños, como para no volver de vuelta ;)
Os dejo algunas foticos a modo de resumen de los últimos días, gracias Señor por tanto.
El próximo post será ya desde España. Un abrazo muy fuerte y nos vemos prontísimo!
Gracias mi querido Miguel😘 ,gracias por brindar su amor ❤️y pasión por los niños y niñas de nuestro centro, le pido al padre 🙏santo q le dé entendimiento y sabiduría para q pueda seguir compartiendo sus conocimientos con ese amor q lo caracteriza 💞
ResponderEliminarGracias por haber compartido tanto conmigo! Les llevo siempre en el recuerdo. Un fuerte abrazo.
EliminarVuelve ya perro
ResponderEliminarBidean ibili denari agertzen zaizkio,
ResponderEliminarAurrera joan arau itxura eta apaindura bereziak.
Aldiz, leku gainean egoten denari, inora mugitu gabe, ikusmenean dituenak ixten zaizkio eta goibeldurak hartzen dio bihotza!
Ibili dena, bizitzeari lotua dena, barneko indar batek darama eta bultzatzen du.
Munduko gorabeheretan eta gertakarietan pozten da izpiritua.(...)
Sortzen ari den mundu hontan, atzokotik sortzen ari den mundu hontan.
Manex Erdozainzi-Etxart euskalduna ta kristaua
Zein ona! Mila esker partekatzeagatik. Besarkada bat
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