El valor ancestral del cuento

 Buenas tardes amigos,

    El pasado sábado, mientras manejaba de vuelta a Copán, escuchaba una bonita entrevista al escritor argentino Rodrigo Fresán titulada: El valor ancestral del cuento, perteneciente al conocido podcast de BBVA Aprendemos Juntos. Es por eso que hoy titulo así a esta entrada en el blog. El podcast me resulto muy interesante para acercarme a un escritor desconocido para mí y me sirve de fuente de inspiración para este post. (https://open.spotify.com/episode/0dZyf5jY3Xt3tb9ivmvldE). 

    Desde que tengo uso de razón me han encantado los cuentos. Siempre me han gustado escucharlos y también contarlos. Leerlos me apasiona y la literatura lationamericana está plagada de cuentos, es la forma que tiene el pueblo centroamericano de transmitir su cultura. De pequeño soñaba con ser cuentacuentos, les tenía una gran admiración y mamá solía decir que tenía alma de cuentista.

    Soy un firme defensor de que las personas estamos hechos de historias y siempre explico, cuando encendemos una hoguera, como desde nuestros orígenes, nos ha gustado sentarnos alrededor del fuego y contar cuentos y leyendas. Porque el ser humano es un ser eminentemente social y comunicativo (el ser vivo que más ha desarrollado esta habilidad) y esto nos convierte en auténticos contadores de historias.

    Os cuento esto porque aquí me he reencontrado con el cuentacuentos que llevaba dentro. Uno de mis momentos favoritos de la semana es el miércoles después del almuerzo. Mi cuerpo está en la aldea de Carrizalón, sin embargo, mi mente y mi alma viajan de un sitio a otro, se transportan por épocas y culturas desconocidas, y me encuentro con personajes que tienen vidas llenas de aventuras y cosas fantásticas que contar. Por supuesto, no emprendo solo este viaje... Me acompañan un puñado de niños, que de la mano de la profe Cándida y en este breve momento de la mía, se adentran al maravilloso mundo de la lectura, los cuentos y las historias.

    Es un momento mágico en el que nos fundimos en una gran aventura. A veces vamos muy despacito (cuando los lectores son jovencitos) y conforme avanzan los grados de estos alumnos las historias van tomando entonación, voces distintas y un trepidante ritmo que nos hace transportar a los rincones más remotos de nuestra alma.

    Es un viaje precioso que me conecta con el niño que llevo dentro, que me gusta sacarlo a la luz de vez en cuando. Es emocionante volver a soñar los sueños que tenía, e ir viendo, que algunas de las historias en las que me imaginaba, las voy viviendo en este maravilloso viaje que es la vida.

   Un fuerte abrazo desde tierras catrachas.

Pd: Os invito a seguir soñando y viviendo esos sueños que solo uno reconoce al juntarse con el niño que habita su corazón.




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